POPULISMO PROGRE Y COCALERO.

Ovidio Roca

El mentiroso discurso de los populistas.
“Dicen algunos amigos de AMLO, que las mentiras que diariamente salen de su boca no son con el afán de engañar, sino que son una especie de mentiras sinceras, pues el presidente no sabe que miente. 
Otros opinan que él es un cínico y con sus mentiras manipula a la población”. 
Al final, cada quien cree lo que quiere y así les va. Pukymon.

Cultura progre y el populismo en ascenso.
Los populistas toman el poder y reescriben la historia a su gusto y conveniencia.
Con la desinformación y la demagogia fomentan la desestabilización y con la doctrina woke, imponen un nuevo tipo de pensamiento único.
Los progres y populistas, demagógicamente hablan de una grandiosa justicia social en los regímenes socialistas, mientras los datos de la realidad muestran en todas partes el fracaso de este modelo socialista. A pesar de todo, miles de personas los siguen en procura de esa buena vida prometida: Una vida sin responsabilidad y bajo dependencia del dinero ajeno y con falsas promesas de igualdad, las que se desvanecen día a día dejándolos en una realidad de creciente desigualdad. 

La cultura progre, woke e ideología de género, viene tomado las Instituciones de los países y de los Organismos Internacionales y crece y se expande por todo el planeta como una plaga viral. El movimiento woke, utiliza demagógicamente cualquier causa justa e incuestionable, para vender su discurso populista y luego ya en el poder: Restringe el debate, coarta la libertad del lenguaje y expresión y mata la diversidad de enfoques. En definitiva, censura la pluralidad y elimina el contexto tan necesario para entender cualquier acontecimiento, y esto aplicado juntamente con el centralismo, el estatismo, la desinformación y la ideología de género contribuyen a implantar la hegemonía populista.

 Política e ideología del populismo cocalero, escuchando a sus líderes.
En los países populistas, una minoría honesta de ciudadanos se encuentra controlada por otra minoría organizada y peligrosa, la cual gobierna con el apoyo de una mayoría de votantes que reciben algunas prebendas y privilegios y a quienes poco les interesa el desastre que está ocurriendo. Un desastre que será cada vez peor, gracias a su ineficiencia y latrocinio y el apoyo de sus socios internacionales. 

El modelo de Gobierno es Estatista y Centralista y no genera garantías, ni ambiente y seguridad para garantizar la propiedad  privada. Todo está en manos de la burocracia del Estado y no existe iniciativa empresarial y economía de mercado.
Lo explica el Ministro de Planificación, Cusicanqui: “Estamos llevando un proceso de industrialización a partir del Estado, pero también esperamos que el sector privado nos acompañe. Si el Estado está presente en este proceso es porque los privados en algunos sectores no han tenido la iniciativa de participar.

Los populistas cocaleros aplican en Bolivia la misma línea progre del resto de los países, pero con una visión más pragmática. Utilizan para ello el estatismo y el centralismo para conseguir su objetivo, cual es el poder, el dinero de la coca y el que consiguen usando el aparato del Estado.

Acción y práctica política, el bloqueo con bono$ y acullico.
Evo Morales, cuenta su experiencia como gobernante: “¿Cuál es nuestra experiencia?. Si no quiere de buenas; a las malas y eso es con movilización.
Esa es nuestra experiencia y esta clase de problemas siempre los hemos derrotado. Si a los gringos hemos derrotado, cómo no vamos a poder derrotar al que se ha convertido en un lacayo de los gringos. Eso es sencillo eso, claro pues”.

La experiencia internacional muestra que los progres y populistas, hablan demagógicamente de progreso y justicia social bajo los regímenes socialistas y esto pese a los datos de la realidad, que muestran en todas partes el fracaso de este modelo. Vemos a miles de personas ilusas e ilusionadas que los apoyan y los siguen en procura de esa buena vida prometida, sin responsabilidad, bajo dependencia del dinero ajeno y con falsas promesas de igualdad que se desvanecen día a día dejándolos en una realidad de creciente desigualdad.

Este tipo de régimen populista y progre no es marginal ni va a desaparecer a corto plazo, porque se apoya en unas fuerzas poderosas y duraderas: El miedo a la libertad, a la sociedad abierta y la revolución tecnológica; el malestar cultural e identitario, el sentimiento de desposesión y las pasiones racistas y religiosas.

Tuto Quiroga durante el último Congreso Mundial de Diálogo Intercultural e interreligioso, señalo que los países populistas se constituyen en campamentos para los grupos de extremistas. Menciono que Venezuela es un territorio ocupado por Cuba, Hezbollah, Hamas, las FARC, Nicaragua, Rusia y China. Los países populistas siguen ese camino.

ovidioroca.wordpress.com

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