ARBOLES DE LLUVIA
Ovidio Roca
Septiembre 2010
Desperté con el sonido de la lluvia, esta duraba unos minutos y paraba; nuevamente y de rato en rato escuchaba el ruidoso golpeteo de las gotas cayendo sobre las hojas secas, lo que me dificultaba dormir.
Ya en la madrugada me levante y salí para mirar el cielo y ver como se presentaba el clima. No había señas de lluvia, la niebla me envolvía y no me dejaba ver claramente el entorno de árboles que me rodeaban; estaba parado al descampado y no caía ninguna gota, mire al cielo y abrí los brazos esperando sentir las gotas en la cara y en los brazos, pero nada me mojaba.
Llego la brisa y empezó a llover; pero solo debajo de los árboles. Se escuchaba el fuerte golpeteo de las gotas que caían desde la copa y se deslizaban de hoja en hoja hasta caer al suelo, donde golpeaban ruidosamente sobre la seca hojarasca.
La neblina se condensaba en las hojas, como si fueran lagrimas, las hojas atrapaban las gotas y cuando llegaba la brisa ellas resbalaban y empezaban a caer, era una lluvia producida por las hojas; estaba rodeado de árboles de lluvia.
Ocorotú, Buena Vista, Septiembre del 2010.